Ces´t le Monstre Rouge
Fue en la contraportada de una revista que lo encontré -o mejor dicho, lo reecontré, pues ya se lo había citado en un puente anterior-.
El texto que se lee a continuación me llevó inevitablemente a la reflexión: no cabe duda que de vez en cuando se lleva uno gratas sorpresas en algún anuncio publicitario. Sin duda, no es obra de la casualidad. Tenía que ser así -Es muss sein, en palabras de Milán Kundera en "La insoportable levedad del ser"-:
"La humanidad siempre ha tenido un profundo deseo de construir puentes, figurativa y literalmente. Anhelamos conocer a las personas que viven en la otra orilla; saber quiénes son, cómo son y, más importante, cómo piensan".
Leí también su último mensaje en este espacio. Y una ligera tristeza invadió mi ser. Dice usted que cada vez me alejaré más...no sé si su comentario obedece precisamente a esta distancia momentánea que nos aparta un poco más físicamente y en consecuencia la hace sentirse lejos de "nosotros" o si acaso he cometido el error de no hacerla sentir cerca, en cuyo, caso, y parafraseando a Kafla, "que tonto hubiera sido de mi parte" haberlo hecho.
A pesar de lo que pueda pensarse, y de las pocas posibilidades que existan entre lo razonable, yo no quiero estar lejos de usted....de ninguna manera, aunque las circunstancias parezcan complejas. Quizá no lo ha notado, pero particularmente me siento muy unido a usted, en muchos sentidos.
La pienso, la siento, me agobio cuando me pregunto qué estará haciendo en uno u otro momento. Me entristece saberla triste, o enferma.
Sí. Ya lo sé. No debiera tomarme atribuciones que no me corresponden. Pero por otro lado, tampoco me puedo prohibir sentir todo lo que me provoca usted, pues obedece más a una cuestión espiritual-emocional, que una práctica o racional.
Sea como fuere, sólo espero que estos días de playa sean muy útiles para oxigenar su corazoncito, y que crea firmemente que el próximo año -tan cercano ya- será mil veces mejor, sin tantos sobresaltos emocionales provocados por algún bicho inesperado -léase, yo- o alguno otro despedido -léase don pelos, jeje....ups!, perdón-.
Por mi parte, sólo deseo volver a verla, siempre, siempre y tener la dicha de compartir alguna mirada, algún roce de manos, el robo de un beso -o mejor si se trata de miles de ellos- y muchos abrazos, que con usted han tenido la forma de abrazos sinceros, y no los diplomáticos, tan de moda y tan recurridos por todo mundo.
La amo, corazón. Es inevitable.
Con todo mi ser: Ed
P.D. o P.S.: Tengo una pequeña cosita para vos....aparte de mis brazos y mis besos.....si? Y no olvide cuidarse. Si no lo hace por usted, hágame el favor de hacerlo por mi y para mi.
Dios se lo agradecerá y yo lo celebraré. Kub Sie :)
P.D. o P.S. número 2: Uy! Siento una bola -o nudo- en el pecho. LA EXTRAÑO MUCHO!!!!!!
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